Bogotá,
Marzo 17 del 2017
Carta abierta a los
Orientadores de Neiva
Has estado allí
Les envío un caluroso saludo en su día, a la
vez que resalto la nobleza y la importancia del rol que desempeñamos en
nuestro compromiso con las comunidades educativas a las que pertenecemos por
vocación, formación y decisión.
Tu alta y especializada formación
académica, necesaria pero insuficiente,
ha sido tu asidero para comprender y confrontar la realidad que siempre supera
a la fantasía, por eso hechas mano de tu
fe. Tu fe religiosa o tu fe en la vida
misma, tu humanismo hecho acción ecléctica.
Quiero decirte que estar en tus
zapatos vale la pena. Vale la pena un trabajo mal remunerado y muchas
veces ingrato, solo por el hecho de alguna vez, haber contribuido a
salvar una vida, o reencausar un conjunto de decisiones precipitadas, haber estado allí una vez para
escuchar a quien no tiene nadie más que le escuche, defender a quien no tiene
defensa, haber secado alguna vez una lagrima de algún estudiante que te
consultaba u orientar a quien necesita encontrarle sentido a las consecuencias
de una “noche de copas, una noche loca”.
Has estado allí para
atender el sueño de algún niño que no podía con el efecto del ritalin en
horas de clase o con el absurdo trasnocho al que fue sometido por sus padres o
por la angustia de la espera de sus familiares tras las rejas de una ventana.
Por supuesto que tiene sentido el solo hecho de estar allí para el otro, además
de adelantar un sinnúmero de actividades
algunas veces sin mayor sentido que el
mero asistencialismo instrumental, hacer
solo por el hecho de hacer, por el simple hecho de cumplir.
Has estado allí, porque tiene
sentido cumplir una función social que nadie más puede o quiere hacer. Has
llorado, yo sé has llorado en silencio, al saber de un niño que clama por un simple “pancito” al
desayuno o del desvanecimiento de otro que ya se “acostumbró” a no comer en
casa. Has llorado al tener que entregar a un estudiante a las autoridades de
protección del estado y le has visto partir en una patrulla policial.
Has estado allí para ellos y
seguirás estando allí. Y sé también que muchas veces nadie ha estado allí para
ti. Al final de la jornada has partido sólo, solo con tus pensamientos con todas
las emociones a flor de piel sin tener con quien compartirlas.
Pero también sé que no todo ha sido
tristezas. Muchas alegrías han pasado frente a tus ojos, muchas generaciones de
estudiantes que reciben sus pergaminos, alcanzan sus sueños y regresan a
buscarte para contarte sus alegrías. Has estado allí muchas veces invisible,
otras veces muy presente recibiendo un abrazo en nombre del estado , la escuela
, tal vez toda la sociedad que simplemente exige una excelente formación sin
muchas veces dar lo necesario para ello.
Has estado allí, vale la pena
Gracias
Amilkar Brunal
Orientación Educativa en Ámbito Escolar
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